No me tienta dar vueltas sin tinta. Es distinto el aire así, más grillos, más ventanal la secuencia que se sigue. Solo, empalizándose los tacos, sigue entre adoquines. Y es un aire más mugriento, más seco de ojos, muerto de lenguas. Te saluda sin ganas levantando la cabeza. Y bueno… te dice. Llega el verano y me tomo vacaciones. Se saca las ojotas: time de siesta, entre tantas tremendas tormentas que no dejan respirarme. Pero soy aire, voy a entretejer las piezas de lo transparente en cada pisada que doy. En cada pisada que soy. Y ahora hago ruido de tiza, before i go. Dejo un re-recuerdo, ni molesto ni insistente, que te ardan los dientes. Un poco. De todo un poco. Silbando. Cantando el ritmo de todas las narices del mundo juntas. Sin manía. Esto es sólo aire. Y todas las narices del mundo juntas le siguen el juego. Porque para qué desanimarlo, es el aire que teje solamente trampolines. Nunca nadie se murió de aire. Nunca nadie se murió. Es más, me contaron que el aire tampoco se muere de narices que lo abrazan. Así que: pañuelos festejen, son un aliado de la mano derecha del aire. Son la mano aliada del aire derecho. Son el aire aliado de la mano derecha de las narices. O de los abrazos.
1 comentario:
Trampolines, tormentas, juegos. Narices silbando, mocomaníacas.
Grillos de ojotas, pisadas aliadas, aladas.
Dientes transparentes, pañuelo insistente.
Lengua del muerto. Ojos de tinta.
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